Nunca fui una hacha con la hidráulica, de hecho tanto riegos y drenajes como hidráulica y riegos fueron las piedras en mi zapato mientras estudiaba. De todas maneras, entre cálculos, presiones, aguas, aspersores y demás me quedó claro que, por mucho que uno diseñe la mejor instalación, para que ésta sea realmente eficiente, se debe empezar por minimizar las pérdidas que se puedan producir en el trayecto entre el punto de inicio y de salida. Cierto es que no es necesario haber hecho una o dos ingenierías para saber esto, pero en nuestro día a día solemos pasar por alto lo más evidente.

El concepto de evitar las fugas en una instalación hidráulica en vez de aumentar el caudal se puede aplicar en múltiples casos. Quizás Su Kahumbu pensase en eso al ver a los agricultores y ganaderos de Tigoni (Kenia) donde ella tiene su granja, aunque también pudo imaginarse que estaban jugando a farmville en sus móviles o que una vaca estaba volando entre nubes, ay no, que ese último era Félix. Lo que tengo claro es que en ese momento no se estaba comiendo una loncha de iJam 5Js. En realidad Su veía pequeñas explotaciones ganaderas con tres vacas lecheras de media con las que sus propietarios no ganaban ni para llegar al límite de la pobreza; propietarios de la tierra y la mano de obra que no sacaban partido de sus producciones debido a la falta de información sobre el manejo de su ganado; granjeros con teléfonos en sus manos. ¿Qué podía hacer ella para que con los mismos recursos pudieran producir más?

Su Kahumbu decidió desarrollar iCow, una aplicación para móviles que envía mensajes de texto y de voz para maximizar la producción de los pequeños ganaderos de Kenia. Con una tecnología accesible desde cualquier terminal móvil básico permite crear un registro individualizado para cada vaca y que el granjero reciba recordatorios avisando de los días clave del ciclo reproductivo e información sobre nutrición, gestación y salud, además de oferecerle los datos de contacto de expertos cercanos, como veterinarios o compradores. De esta manera, por ejemplo, el ganadero está atento al momento del celo de su vaca, hace un seguimiento de su producción lechera, sigue un calendario de vacunas, es capaz de vender a mejor precio sus productos y, finalmente, a nivel global se es capaz de articular una red de productores conectada y hacerla mucho más competitiva. iCow nació en 2010 y ya ha cosechado diversos premios como el App4Africa y recientemente una ayuda de la Indigo Trust para desarrollar una plataforma multilingüe de atención al público para interaccionar con los usuarios e implementar nuevas opciones.

Me gusta la idea de hacer más fuertes a los más pequeños, independientes a poder ser. En realidad no veo a iCow solo como una aplicación para el móvil que te dice cuándo poner el toro a la vaca o darle la baja por maternidad, cómo preparar un buen ensilado y cuándo ponerle una vacuna, es mucho más que eso. Esta herramienta es una poderosa plataforma que capacita y conecta el ganadero con cada uno de los actores implicados en el sector agroalimentario, permitiendo que a su vez se beneficie toda una sociedad en desarrollo. Se constata con el éxito que está teniendo, más 25.000 usuarios en dos años, y los resultados positivos que generan, principalmente incrementando la producción de leche por vaca. Además que el almacenaje de toda esa información pueda ser útil para otras partes interesadas como centros de investigación, ONG o el gobierno.

Los próximos pasos de Su se dirigen a unir el mundo virtual con el real. Los millones de usuarios de farmville permiten decir que nos gusta fantasear con esto de ser granjeros. Por qué no ir un paso más allá y utilizar esas ganas de producir alimentos virtualmente para apoyar directamente a los productores, dentro de lo que sería algo parecido a un apadrina mi vaca. Los desarrollos tecnológicos aplicados a la ganadería no caminan exclusivamente hacia la producción de animales más humanizados sino también a hacerla más sostenible.

Imagen Dairy cow in Embu, Kenya de ILRI