Depende de a quien miremos, vivimos demasiado deprisa o demasiado despacio. El tiempo geológico nos es desconocido e ininteligible. El tiempo de las plantas es otro: para nuestros ojos no se mueven, vemos que se han movido después — por eso, quizás, las hojas que cazan animales de la carnívora Nepenthes o la rapidez de...