Ejemplo de la instalación de sonido y luz “Haling environment” de Brian Eno, incluida en el Hospital Montefiore, Hove (East Sussex, UK).



Hace unos días, leyendo la interesante entrevista a Iván Ferreiro, cantante y compositor del grupo Los Piratas, quedaron varias ideas rondándome por la cabeza. La entrevista titulaba: «La música es una terapia de mantenimiento que necesitamos los humanos». En general, a través de una ficción podemos experimentar situaciones emocionantes, lo que traduce esa ficción como experiencia real. Un elemento artificial, como una historia o una melodía, puede armonizar nuestra propia naturaleza. De inmediato, lo que es artificial (obviamente, la música no cae de los arboles) se transforma en natural, modulando nuestra salud, pasión, valentía, o incluso tristeza. O, ¿por qué no?, justo lo contrario. Podemos digerir nuestras propias emociones para hacer que emane la música desde ellas. Ya hablamos de todo esto en un post anterior . La música genera un espacio sonoro, un espacio de ficción, pero que nos afecta directamente, pudiendo incorporar todo tipo de canciones a nuestra propia banda sonora vital. Esto no es nada nuevo, ya lo sabían los griegos. El público de sus tragedias áticas alcanzaba un éxtasis catártico al ser expuesto a los “consejos” de Dionisos. Y a día de hoy, seguimos haciendo exactamente lo mismo. No hay critica, si algo funciona, ¿para qué cambiarlo?


En algunos hospitales españoles, como en el hospital madrileño 12 de Octubre, se han introducido equipos de músicos en las unidades de cuidados intensivos, con el objetivo de usar la música para ayudar a restablecer a los pacientes. Por supuesto, nadie pretende curar ninguna enfermedad como el cancer a través de la música. Ni siquiera proponer vias de cura médica alternativa. Sin embargo, en dicho hospital se están realizando estudios midiendo parámetros fisiológicos para intentar dilucidar si el efecto de la música, ese elemento humano tan artificial directamente relacionado con nuestras emociones, puede desde un análisis científico demostrarse como beneficiosa para estos pacientes. En caso de que el estudio confirme el beneficio, ser MIR de un hospital podrá dejar de referirse únicamente a Médico Interno Residente, para poder referirse también a la figura de Músico Interno Residente.